For an English version of this blog post, click here.
OpenStreetMap surge en 2004, y a partir de ese momento ha sido una herramienta clave para mejorar el acceso a datos e información geográfica a nivel internacional. La aplicabilidad de la plataforma en diferentes áreas de estudio ha demostrado cómo el mapeo de información es necesario para agregar un componente espacial a los problemas actuales. Para promover este acercamiento desde los salones de clase surge TeachOSM. Entre sus principales objetivos se encuentran el guiar y apoyar en la implementación de OpenStreetMap como herramienta en las clases, transferir conocimientos y apoyar las actividades de mapeo estudiantil. Por esta razón, deseamos exponer a través de una serie de publicaciones las dudas frecuentes, experiencias concretas y recomendaciones para navegar la implementación de OpenStreetMap en sus clases.
Para nuestra primera entrada, hablamos con Celeste Reynolds, maestra de bachillerato de Massachusetts, Estados Unidos, que, entre otras materias, enseña cursos avanzados de geografía, acontecimientos actuales y estudios de género. Ella se involucró por primera vez con la comunidad de OpenStreetMap (OSM) a través de la beca de enseñanza ofrecida por la Sociedad Geográfica de Estados Unidos. Previo a esta vinculación, Reynolds no tenía experiencia en mapeo ni en cómo podía ser utilizado dentro de su labor como maestra. A partir de este primer encuentro, se une a TeachOSM y comienza a trabajar con sus estudiantes con la plataforma. A continuación hablamos sobre su primer proyecto y cómo éste desembocó en una iniciativa estudiantil.
¿Acaso los mapas son una herramienta del pasado? ¿Ya no existen elementos por mapear? Cuando pensamos en la cartografía, los mapas y sus funciones, la relevancia de estos dentro de las diferentes esferas no está suficientemente difundida. Sin embargo, la profesora Reynolds nos demuestra cómo OpenStreetMap puede ser utilizado como herramienta para entender nuestra realidad y contribuir a diferentes comunidades.
El primer proyecto que desarrolló con sus alumnos fue el mapeo de campos para personas refugiadas. Identificar cómo los campos para personas refugiadas son parte de un contexto, que contiene su propio ecosistema, con organizaciones que trabajan dentro, la movilidad limitada de las personas migrantes y las respuestas del gobierno, junto con el aprendizaje durante la clase sobre las condiciones de las personas ayudó a los estudiantes a involucrarse en estas realidades. Gracias a esta primera aproximación a OSM como instrumento para resolver problemas reales, ellos comenzaron a interesarse en las necesidades de mapear el entorno. Reynolds comenta cómo se abrió una nueva puerta que traía muchas preguntas, especialmente cuestionar qué es lo que puede suceder si un espacio no está representado. Especialmente al tratarse de un tema que incluye la vulnerabilidad del entorno, en el que las circunstancias son frágiles, a través del mapeo los estudiantes se dan cuenta de cómo el acceso a información geográfica puede conectar espacios alrededor del mundo y apoyar desde sus capacidades. Además, trabajar con otras realidades también significa situarnos en entornos diferentes, entender que la línea que mapeamos representa un camino hacia un refugio, y el cuadrado representa un lugar que brinda servicios a personas refugiadas.
Después de esta primera experiencia, el mapeo de campos para refugiados se convirtió en un proyecto regular que conectaba a los alumnos con las comunidades, al mismo tiempo que se trataban los contenidos del curso. Esta forma de integrar ambas actividades, acercamos el mundo a los estudiantes y ponemos importancia en las contribuciones hechas desde plataformas abiertas para un mejor acceso a la información.
¿Te interesa contribuir a las personas refugiadas a través del mapeo? Encuentra los proyectos actuales de mapeos aquí.
Además de las realidades de personas refugiadas, ¿qué impactos tienen los mapas en las personas? ¿De qué forma la falta de información espacial afecta en el caso de un desastre natural? ¿Qué significa visualmente que nuestro entorno no aparezca en un mapa? Cuando los estudiantes comienzan a cuestionarse cómo la información geográfica faltante tiene consecuencias donde vivimos y cómo las comunidades tendrán que enfrentarse con cambios drásticos, se da un cambio en las actividades de mapeo y estas son impulsadas por el interés de los estudiantes por responder estas preguntas. Y, como parte del reconocimiento del entorno inmediato, Reynolds ha desarrollado proyectos cercanos a las realidades de sus estudiantes como los desiertos alimentarios, la relación de Estados Unidos con otros países y la necesidad de mapear las áreas rurales del país.
Celeste Reynolds identifica obstáculos que se encuentran a lo largo del proceso de introducción de una nueva herramienta. El primero, al ser una representación de diferentes realidades, quien mapea debe tener cuidado con la calidad de sus ediciones. Se debe tener presente la relación entre lo que estamos creando con OpenStreetMap, ya sea un área, punto o línea y la realidad que mostramos y cómo la representación ambigua o incorrecta puede afectar el conocimiento del territorio. En palabras de la maestra “una vez nos damos cuenta que no estamos mapeando cuadrados/rectángulos, y entendemos que son lugares, la calidad de nuestro trabajo mejora.” Con esta nueva forma de entender OSM, los estudiantes se vuelven más cuidadosos al momento de utilizar la plataforma. Además, esta atención al detalle ayuda a los alumnos a perfeccionar sus habilidades técnicas.
La segunda dificultad al momento de realizar los proyectos es la forma en que se evalúan dentro de las clases. Al ser una herramienta relativamente nueva, aún se buscan formas para ponderar el desempeño. Sobre esto, Celeste Reynolds recomienda tomar el desarrollo de OSM como parte de la participación de sus alumnos. Gracias a los recursos que ha desarrollado la comunidad, a través de los usuarios creados para realizar ediciones en el mapa, se pueden trazar el número de cambios, en qué han trabajado y la calidad, con la ayuda de OSMCha. Esto fomenta el mapeo constante, al poder generar rankings de ediciones, al mismo tiempo que permite a los profesores monitorear los trazos de los alumnos.
A pesar de los obstáculos que surgieron con el proceso de una nueva herramienta, los estudiantes no perdieron el entusiasmo con OpenStreetMap. La iniciativa estudiantil, OSM TeenMaptivists surgió durante la pandemia como una necesidad de los estudiantes por involucrarse y apoyar directamente a sus comunidades. Una vez más, como herramienta virtual, OSM permitió que los estudiantes aplicasen sus conocimientos dentro y fuera de la clase.
Actualmente, con las clases presenciales, los alumnos continúan organizados para mejorar sus técnicas en mapeo. Como parte de las actividades que realizan para mantener activo al grupo se encuentran los Mapathons mensuales donde incluyen a invitados de la comunidad de OSM que comparten sus conocimientos. Estos espacios permiten que los estudiantes piensen en nuevas formas de aplicar el mapeo en sus vidas, así como visualizar de qué forma podrían desarrollarse dentro de esta industria. Además, al ser una organización estudiantil, se fomentan los liderazgos orientados a la ayuda comunitaria.
Finalmente, la maestra Reynolds destaca cómo TeachOSM crea un puente de conocimiento e intercambio, entre profesores y alumnos, que permite involucrar desde edades tempranas a los jóvenes en el mapeo libre con objetivos comunitarios. Desde la participación en proyectos de voluntariado, pasando por las actividades con los TeenMaptivists, hasta quienes después de graduarse han encontrado en OSM una comunidad, el trabajo de TeachOSM y los profesores es clave para reformular cómo se transfieren los conocimientos.
Escrita por Maya Lovo.
Si tienes dudas o te gustaría contactarnos escribe a: info@teachosm.org